Buscar este blog

domingo, 25 de junio de 2006

FIN DE SEMANA EN VALENCIA Y SAGUNTO

La estación del tren es uno de los puntos mas emblemáticos de la geografía urbana de Valencia. La presencia de la plaza de toros y la cercanía del Ayuntamiento, contribuyen a que la zona se encuentre siempre atestada de viandantes.
Sugerir una ruta tomando como origen la estación no es tarea difícil, por pura lógica lo mejor será "sumergirse" en el casco antiguo buscando la plaza del Ayuntamiento, el mercado central y las imprescindibles plazas de la Reina y de la Virgen.
Otra ruta interesante es pasear por el antiguo cauce del río Turia desde el puente de las Glorias hasta el Oceanografic y atravesar bajo los arcos de más de una docena de puentes de todas las épocas y estilos.
Los puentes del Real, del Mar o de la Trinidad son de piedra y se adornan con evocadoras esculturas, el de la Trinidad, es del año 1.402, y es el más antiguo de la ciudad.
En el puente del Reino aparecen unas extrañas figuras aladas que han hecho que los valencianos le denominen como "el Pont dels Demonys".
Una ciudad con una nómina tan extensa de puentes tiene la suerte de tener entre sus hijos a Santiago Calatrava, uno de los mejores arquitectos e ingenieros internacionales de los últimos años.
El Puente de Calatrava además de su diseño vanguardista, alberga bajo sus cimientos una estación de metro. Pero además, Calatrava es el responsable de gran parte de los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias otro gran espacio que se ubica en el eje del Turia y que supone nuestro punto y final al paseo por el antiguo cauce.
Desde Valencia nos dirigimos a Sagunto, a la que llegamos en media hora.
El puerto marítimo, la montaña del Castillo o el Bajo Palancia, hizo que este emplazamiento no pasara desapercibido a los romanos. Desde la zona más moderna de Sagunto, donde se encuentra la estación de tren, entramos en el casco antiguo por el "Camí Reial".
El perfil aserrado del castillo situado a mediodía proyecta su sombra sobre las viejas calles de la judería. Lo más recomendable para dejarse atrapar por los encantos de esta ciudad es caminar por las empinadas calles que ascienden hacia el teatro romano y dejar volar la imaginación para situarse en el siglo I cuando una representación en el teatro podía congregar a ocho mil espectadores, así era esta ciudad, un referente en el Mediterráneo.

No hay comentarios: