


Durante la guerra civil catalana, el año 1462 los propietarios del castillo, la familia de Pere Ramon d’Oluja fueron partidarios de Juan II y alojaron a su hijo Fernando, el futuro rey Católico, que pasó allí largas estancias.
Desde les Oluges, nos dirigimos a Montfalcó Murallat, situado a menos de 10 minutos.

Es una pequeña villa-fortaleza medieval situada en la cima de una colina, que domina la confluencia entre la riera de Vergós con el Sió. La singular villa amurallada, cuenta con una quincena de casas adosadas a la muralla perimetral con un solo acceso, una doble puerta de arcos adovelados en sentido perpendicular para reforzar la defensa del emplazamiento, que da a la plaza central que debía ser antiguamente el patio de armas.
Recorriendo la calle que bordea la muralla, se nos muestra una parte porchada de gran interés arquitectónico, un horno comunitario, la cisterna que recogía el agua pluvial, y los lagares del vino. Al salir de Montfalcó, nos fuimos a comer a Lérida, situado a 30 minutos. 
Lo bonito de Lérida, es visitar la catedral-la Seo y desde allí hacer un recorrido por los alrededores, como el Instituto de Estudio Ilerdenses, el Museo Arqueológico, el Museo Capitular, el Ayuntamiento o Palacio de la Paeria, la Iglesia de San Lorenzo, la Iglesia de San Martín, que actualmente es la sede del Museo Románico, la Iglesia de San Antonio o de la Sangre, el Convento de San Francisco y el Convento del Rosario. Desde allí, se puede ir andando o en coche a visitar el Castillo de Gardeny y el Arco del Puente, situado en lo alto de la colina de Lérida.










1 comentario:
Una buena excusa para visitas Lérida, jajaja... Y el recorrido que hicistéis... creo que lo copiaré...
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