Cambrils, es el epicentro gastronómico de la Costa Dorada, cuenta con varios establecimientos al más alto nivel, y es junto Gijón
, Lanzarote, Lérida, San Sebastián, Santiago de Compostela y Valladolid, una ciudad fundadora y promotora del Club de Turismo Gastronómico, entidad de ámbito estatal que tiene como principal objetivo la puesta en marcha y el desarrollo del Club de Producto Gastronómico "Saborea España".
Además, Cambrils, organiza desde el año 2008, con periodicidad bianual, el Foro del Mar, un espacio donde se combinan la cocina en directo, los catas guiadas y un espacio ferial para productores especializados. Durante el año 2010, el segundo Foro del Mar se celebra del 3 al 5 de octubre.
, Lanzarote, Lérida, San Sebastián, Santiago de Compostela y Valladolid, una ciudad fundadora y promotora del Club de Turismo Gastronómico, entidad de ámbito estatal que tiene como principal objetivo la puesta en marcha y el desarrollo del Club de Producto Gastronómico "Saborea España".Además, Cambrils, organiza desde el año 2008, con periodicidad bianual, el Foro del Mar, un espacio donde se combinan la cocina en directo, los catas guiadas y un espacio ferial para productores especializados. Durante el año 2010, el segundo Foro del Mar se celebra del 3 al 5 de octubre.
-PARQUE SAMÀ:
Pasear por el Parque Samà, es retroceder en el tiempo. Hoy puede considerarse una de las mejores muestras de la jardinería romántica del siglo XIX.
El parque se halla entre los térmi
nos municipales de Cambrils y Montbrió del Camp, a poca distancia de la costa. Su promotor fue don Salvador Samá i Torrens, Marqués de Marianao, quien en 1881 decidió recuperar el exótico y característico ambiente de la Cuba colonial, debido a que su familia había estado establecida allí durante aquella época. El creador de las 14 hectáreas de jardines de la casa fue Josep Fontseré i Mestres, conocido por ser el autor del Parque de la Ciutadella de Barcelona, donde también construyó la Gran Cascada junto a su entonces ayudante Antoni Gaudí.
El Marqués también quiso rodearse de flora y fauna bien diversa. Las flores y vegetación, fueron traídas de distintos lugares del mundo. Asimismo, hizo construir un pequeño zoo privado (ya desaparecido) del que desgraciadamente sólo quedan algunos pocos ejemplares. Sin ir más lejos, lo que más sorprende al principio es ver campar a sus anchas a varios pavos reales, cuya espectacularidad en colorido es sólo comparable a su estruendoso y agudo graznido.
También hay pájaros en la caseta de los loros, patos en una de las jaulas del antiguo zoo, peces y tortugas en el lago... Todo rodeado de una vegetación igualmente variada, en la que destaca alguna especie no demasiado habitual en nuestro ecosistema, como el ejemplar de Taxodium Dactara, un árbol de origen mexicano, de unos 20 metros de altura y cuyas hojas pasan del amarillo al verde y al rojo en función de la estación. Sus raíces crecen dentro del agua del lago, el epicentro del parque. Principal punto de interés, todo gira en torno al estanque artificial y al palacio colonial. De una hectárea de superficie, dentro del lago se ubican tres isletas que se comunican con puentes de cemento pero que simulan ser de madera. La gloriet
a central es de una peculiar belleza, pues se halla justo encima de una montaña realizada con rocallas y que deja en su interior una gruta con embarcadero incluido. Alrededor del agua, caminos por donde pasear y árboles con los que quedarse embobado. Como los que hay cerca de la casa (algunos centenarios), como un tilo o varios castaños de indias, además de distintos tipos de palmeras, plataneros y yucas brasileñas. Enormes pinos, encinas y robles pueblan el bosque cercano al lago,mientras que en la zona cercana al mirador se hallan mandarinos. Precisamente, el mirador (también llamado Torre Angulo) es otro de los elementos más característicos del parque. Preside una de las esquinas del recinto amurallado, la que da a la rotonda de la carretera a Montbrió. El precio de la entrada es de 4€ y el horario varía todos los meses.
Pasear por el Parque Samà, es retroceder en el tiempo. Hoy puede considerarse una de las mejores muestras de la jardinería romántica del siglo XIX.
El parque se halla entre los térmi
nos municipales de Cambrils y Montbrió del Camp, a poca distancia de la costa. Su promotor fue don Salvador Samá i Torrens, Marqués de Marianao, quien en 1881 decidió recuperar el exótico y característico ambiente de la Cuba colonial, debido a que su familia había estado establecida allí durante aquella época. El creador de las 14 hectáreas de jardines de la casa fue Josep Fontseré i Mestres, conocido por ser el autor del Parque de la Ciutadella de Barcelona, donde también construyó la Gran Cascada junto a su entonces ayudante Antoni Gaudí.El Marqués también quiso rodearse de flora y fauna bien diversa. Las flores y vegetación, fueron traídas de distintos lugares del mundo. Asimismo, hizo construir un pequeño zoo privado (ya desaparecido) del que desgraciadamente sólo quedan algunos pocos ejemplares. Sin ir más lejos, lo que más sorprende al principio es ver campar a sus anchas a varios pavos reales, cuya espectacularidad en colorido es sólo comparable a su estruendoso y agudo graznido.
También hay pájaros en la caseta de los loros, patos en una de las jaulas del antiguo zoo, peces y tortugas en el lago... Todo rodeado de una vegetación igualmente variada, en la que destaca alguna especie no demasiado habitual en nuestro ecosistema, como el ejemplar de Taxodium Dactara, un árbol de origen mexicano, de unos 20 metros de altura y cuyas hojas pasan del amarillo al verde y al rojo en función de la estación. Sus raíces crecen dentro del agua del lago, el epicentro del parque. Principal punto de interés, todo gira en torno al estanque artificial y al palacio colonial. De una hectárea de superficie, dentro del lago se ubican tres isletas que se comunican con puentes de cemento pero que simulan ser de madera. La gloriet
a central es de una peculiar belleza, pues se halla justo encima de una montaña realizada con rocallas y que deja en su interior una gruta con embarcadero incluido. Alrededor del agua, caminos por donde pasear y árboles con los que quedarse embobado. Como los que hay cerca de la casa (algunos centenarios), como un tilo o varios castaños de indias, además de distintos tipos de palmeras, plataneros y yucas brasileñas. Enormes pinos, encinas y robles pueblan el bosque cercano al lago,mientras que en la zona cercana al mirador se hallan mandarinos. Precisamente, el mirador (también llamado Torre Angulo) es otro de los elementos más característicos del parque. Preside una de las esquinas del recinto amurallado, la que da a la rotonda de la carretera a Montbrió. El precio de la entrada es de 4€ y el horario varía todos los meses. 
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