Buscar este blog

sábado, 5 de agosto de 2006

LA MEDINA DE ASILAH

Asilah es un lugar privilegiado, cruce de culturas, a un paso de Europa, donde encontramos interminables playas vírgenes y gente acogedora. Se encuentra a tan solo 40 km de Tánger y es un remanso de paz, parada obligada del viajero que inicia su andadura por Marruecos.
Podemos optar por entrar en la Medina por la Puerta del Mar Bab Bahr frente al Parking del puerto. Los primeros edificios con los que nos encontramos son de la época del protectorado, como la medersa coránica, y junto a esta, las escuelas de Sidi Mohamed Ali Marzok. Si seguimos la fachada marítima de la muralla nos encontramos con la plaza Ibn Khaldoun. Continuando nuestro recorrido nos encontraremos con la puerta de acceso al Palacio Raissouli. Seguimos las murallas hasta llegar a un torreón que se adentra en el mar, llamado La Karaki y desde el que se puede contemplar una bonita vista de la fachada marítima de la Medina y del cementerio de Sidi Mansour. Destaca la cúpula del mausoleo y el cementerio mujaidin con las tumbas embaldosas con azulejos multicolores. Al lado una puerta que da al mar Bab Krikiya. Seguimos por la calle Sidi Tayeb, pasamos por la Mezquita Ben Ayad, calle Sidi M´Barek que da nombre a la mezquita, calle Al Kadi con su mezquita Zegouri hasta llegar al Zoco.
-HAMMAN (BAÑO PÚBLICO):
En Marruecos, cada barrio tiene su hamman, generalmente está unido junto a un horno de pan y así comparten caldera y fuego. Normalmente son de hombres o de mujeres, pero también los hay mixtos, éstos tienen días o horas reservados de manera alterna o disponen de dos puertas una para hombres y otra para la entrada de las mujeres.
-ALOJAMIENTO:
Si vais a ir en verano, reservar hotel con un mínimo de dos meses de antelación, ya que está tan cerca de andalucia que se llena de gente. Un buen sitio para alojarse es el Riad Dar Manara dentro de la medina. La habitacion doble cuesta 60€.




LA CIUDAD AZUL DE CHEFCHAOUEN

Chaouen, ciudad santa del Islam fue fundada en el siglo XV por los nazaríes granadinos y es fiel reflejo de su paraíso perdido; sueño revivido de calles tortuosas, mezquitas centenarias y murmullo de agua entre sus viejas piedras. El origen de Chaouen data de la época de la reconquista de Granada, Moulay Ali Ibn Rachid tras luchar contra los cristianos en la península Ibérica se trasladó al norte de África para defender las plazas costeras desde la protección de las montañas del Rif.
Chefchaouen significa “Mirando los cuernos”, haciendo referencia a las dos crestas que la dominan, cuyas laderas han sabido aprovechar sus habitantes con calles en pendiente de arquitectura andalusí blanca y añil, adarves, casas con patio y tejados a dos aguas.
La influencia andaluza en la ciudad azul está omnipresente en sus calles, sus casas blancas y las ventanas pintadas de azul. La ciudad está formada por 2 partes: la ciudad moderna y la medina. Como toda ciudad marroquí, la medina está en su corazón y hay que cruzar una de sus 7 puertas para descubrirla.
La plaza de Uta Al Hamman de chefchaouen está considerada el mirador de la ciudad y a cualquier hora del dia se llena de personas que deambulan o se relajan en los diferentes cafetines donde se puede degustar un vaso de té a la menta, unos pinchitos o comerte un tajine.
Al otro lado de la plaza se encuentra la Kasbah, construida en el siglo XVII por Moulay Ismail para defender la ciudad. Dentro de sus muros hay un jardín y actualmente el museo etnológico de Chaouen, que contiene una importante colección de arte popular del norte de Marruecos (instrumentos musicales, armas, cerámica, cofres de madera, bordados, etc.).
-COMO IR DESDE TÁNGER A CHEFCHAOUEN:
Chefchaouen está situada a 115 km de Tánger. La mejor manera de llegar a Chaouen desde Tánger es el Taxi, en el que se tarda úna hora y media en llegar. El precio se ha de concretar con el taxista y suele costar unos 30 euros después de regatear.
-GASTRONOMÍA:
Uno de los platos típicos de Marruecos es la Tajine, un plato que toma el nombre del recipiente en el que es cocinado. Se cuece lentamente sobre un brasero llamado Kanoun o majmar de barro, y se puede hacer de pollo, de cordero, de ternera, o de pescado. Se le añaden verduras, y también puede acompañarse de higos, dátiles, ciruelas membrillos, pasas, uvas, aceitunas y limón confitado.



























LA MEDINA DE TÁNGER

La Medina de Tánger es una de las más grandes de Marruecos, es uno de los lugares que más llama la atención de todos sus visitantes. Aquí encontramos calles estrechas, casas típicas y tradicionales, preciosos patios, jardines, un mirador con bonitas vistas al mar… y muchos lugares de interés, como el gran zoco; mercado de productos de la tierra que traen los campesinos de los alrededores, con sus vestimentas de rayas y sombreros de paja con pompones de lana de diferentes colores. En este zoco se encuentra la mezquita de Sidi Bou Abid que tiene un minarete recubierto de cerámica policromada y el parque de la Mendoubia con su higuera india gigante y un drago al que se le atribuyen 800 años. También en este parque se pueden ver cañones que datan del siglo XVII. El zozo pequeño, es el corazón de la medina y uno de los lugares con más encanto para deambular por Tánger. Dar El Makhze, antiguo Palacio del Gobernador, es hoy en día un espléndido museo de las artes marroquíes, con piezas del todo el país. Al lado, Dar es-Shorfa, museo arqueológico, con importantes piezas provenientes de la cercana Volubilis y la Plaza de la Alcazaba, con vista del puerto y gran parte de la bahía.
En el barrio Marshan, es donde se encuentran el Museo Forbes, con sus colecciones de miniaturas militares, y el Café Hafa, que data de 1921, en el que varias terrazas llenas de flores, bajan hacia el Mediterráneo ofreciendo una fantástica vista del estrecho y la costa española que parece estar al alcance de la mano. El Bulevard Pateur es la arteria principal de la ciudad.
-GASTRONOMÍA:
La cocina en Marruecos es una fiesta, sinfonía de sabores y sensualidad: gusto, olfato y vista. Fiesta que ya percibimos en los zocos cuando vemos las diferentes especias colores, olores y contrastes de sabores dulce y salado, picante y amargo. Y por último, si nos atrevemos a comer con las manos, el tacto al coger el alimento.