

En lo alto del acantilado se encuentra el Castillo de Rocamadaur, totalmente reconstruido en el siglo XIX sobre la base del anterior castillo medieval.

Pero Rocamadour y su entorno está lleno de rincones sorprendentes y maravillosos para vivir una escapada de ens
ueño.

Una de las especialidades de Rocamadour son sus quesos, que conservan denominación de origen. Se puede visitar la elaboración de los mismos en diversas granjas, como “La Borie d’Imbert”. Otra de las exquisiteces con las que se puede deleitar el paladar es el auténtico y verdadero “paté de foie”, cuya elaboración podremos comprobar visitando “La Ferme des
campagnes”.

Otras visitas a realizar en Rocamadour pueden ser el “Bosque de los monos”, poblado por una de las especies de Macacos llamados de Barbarie, donde puedes pasear en medio de este bosque donde los monos viven en total libertad y están acostumb
rados a convivir con los visitantes. O La Casa de las Abejas, donde se puede observar la vida de estos insectos a través de cristales, con visita guiada por un experto apicultor. También podemos descubrir o experimentar la emoción de la cetrería en “La Rocher des Aigles”, que cuenta además con un pequeño zoológico dedicado a las aves rapaces.
Para los amantes de las profundidades, además, toda la zona está llena de espectaculares cavidades a las que se puede
n realizar distintas excursiones, como la de la impresionante Sima de Padirac, o las espectaculares Grutas de Lacave, cuya visita se realiza a bordo de un tren, o las prehistóricas “Cuevas de las Maravillas”, que cuentan con dibujos prehistóricos de más de 20.000 años de antigüedad, o, finalmente, las Cuevas de Presque, un recorrido a través de majestuosas estalagtitas y estalagmitas, que forman pilares de 8 y 10 metros de altura.

Para los amantes de las profundidades, además, toda la zona está llena de espectaculares cavidades a las que se puede

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