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viernes, 5 de agosto de 2005

EL BARRIO DE LA VILLA DE REQUENA

El barrio de La Villa de Requena, fue declarado en 1966 Conjunto Histórico Artístico de carácter nacional. Es el más antiguo, donde se registraron los primeros indicios de población. En época almohade, La Villa adquiere la estructura urbana que corresponde al prototipo de las ciudades hispano-musulmanas. Tiene su base en un promontorio sobreelevado de toba caliza, lo cual le ofrecía un carácter de defensa natural. Su entorno está rodeado por una muralla con sus correspondientes torres defensivas y las diferentes puertas de acceso a la ciudad.
En la calle de Santa María, se asentaron los Caballeros de la Nómina del Rey, construyendo sus casonas, en las que se pueden apreciar los arcos con dovelas de piedra, puertas originales con jambas, rejas y blasones.
El callejón de Paniagua, es el típico callejón moruno, donde se pueden observar dos de los contrafuertes de la Iglesia de San Nicolás, montados sobre arcos apuntados de ladrillos.
La Casa de los Pedrón, es una casa noble con derecho de asilo desde la cual reyes como Felipe III y Felipe IV asistieron en varias ocasiones a las celebraciones que se daban lugar en la Plaza de La Villa.
La Casa de Santa Teresa, situada frente a la Iglesia de Santa María, recibe su nombre porqué en la antigua vivienda se hospedó Santa Teresa de Jesús en una de sus visitas a la ciudad.
La Casa del Arte Mayor de la Seda, situada en un adarve musulmán o callejón sin salida, tiene en su fachada el retablo de San Jerónimo (patrón de los sederos).
La cuesta de las Carnicerías o de San Julián, abierta en el siglo XV, al cerrar la puerta de Fargalla, constituía una de las puertas de acceso a la ciudad, orientada hacia Valencia. La cuesta del Castillo, es la principal entrada actual al Barrio de La Villa, está orientada al Norte y la unía al antiguo camino de Castilla. Era el antiguo acceso al recinto de La Alcazaba.
La cuesta del Cristo, es la puerta de salida del recinto amurallado hacia el poniente. Destaca en ella la ermita del Cristo del Amparo con su media naranja barroca.
La cuesta y Puerta del Angel, era una de las puertas de acceso al poblado amurallado.
Las cuevas de La Villa, construidas por los árabes recorren el subsuelo de la Plaza de La Villa y la mayoría de las casas adyacentes. Fueron utilizadas como refugios en las diferentes guerras y como silos para los cereales. Se conservan en ellas elementos para la elaboración de vinos (trullos, piqueras,trulletas, respiraderos y tinajas del siglo XII).
La Iglesia de San Nicolás, del siglo XIII es la más antigua de las iglesias de La Villa. Su estilo inicial era gótico, su pórtico quedó destrozado en 1702 en la Guerra de Sucesión, siendo reconstruida en el siglo XVIII en estilo neoclásico.
La Iglesia de Santa María, del siglo XIV es la más grande de las iglesias de La Villa. De estilo gótico florido isabelino, con una sola nave y capillas adosadas entre sus contrafuertes. En 1931 fue declarada Monumento Nacional.
La Iglesia del Salvador, edificada sobre el solar de una ermita dedicada a Santa Bárbara, su fundación se atribuye a los tiempos del rey Alfonso XI. Su obra se inició en 1380 y concluyó en 1533. Su fábrica es gótica con tres naves. El pórtico está realizado en estilo gótico florido isabelino. En el siglo XVIII, se realizaron reformas como la Capilla de la Comunión, de estilo neoclásico, la Sala de Cabildo de Clérigos y el Coro. El templo fue declarado monumento histórico-artístico y pertenece al Tesoro Archivístico Nacional desde 1931.
La Alcazaba, construida por los almohades en el siglo XI está situada en la parte más elevada de la Villa, por razones defensivas, y de la cual se pueden apreciar las dos torres, la muralla y la puerta de acceso al recinto.
A finales del Siglo XII se construye la Fortaleza. El estilo, modo de construcción y materiales empleados son mudéjares, las viviendas se adosan a la muralla en la parte sur.
La Judería, era el lugar de intercambio comercial, donde se reunían los gremios de artesanos, tanto en la plaza como en las calles adyacentes. Las calles tomaron los nombres de los oficios allí desarrollados.
Del Palacio del Cid, reconstruido en el siglo XV, con sillares de piedra, destaca su alero y ajimeces. En la parte superior es notable su salidizo y se puede observar un precioso blasón perteneciente a la familia de los Pedrón. La leyenda ubica en el antiguo solar que hoy ocupa este edificio, la residencia que habitó el Cid Campeador.
La Plaza de la Villa, abierta en el siglo XVI, era la Plaza Mayor de La Villa, siendo el centro neurálgico de La Villa. En la actualidad está dedicada al Coronel Ruiz de Albornoz.
La Plaza del Castillo, es el antiguo Patio de Armas del Castillo, en ella se construyeron casas adosadas a la muralla a finales del siglo XVIII. Excavaciones arqueológicas realizadas en ella descubrieron restos de la Edad del Bronce.
La Torre del Homenaje, fue reconstruida en el siglo XV, por los cristianos de Castilla con sillares de piedra, de construcción sólida y traza sencilla.

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